El hígado es una achura, que no a muchos les gusta. Esto se debe a que algunas veces, tiene un aroma muy fuerte y/o al masticarlo este duro y con una textura chiclosa.
Para esto hay soluciones, las cuales son muy fáciles de aplicar. Igualmente te voy a dar algunas recetas las cuales vas a ir viendo como solucionar fácilmente estos problemas comunes que tiene el hígado.
Aparte de ser una de las achuras mas económicas, el hígado contiene un montón de propiedades beneficiosos para nuestra salud. En estas recetas que te voy a dar trataremos de desperdiciar estas propiedades lo menos posible.
Empezaremos con lo siguiente:
Salteado de Hígado (Básico y Simple)
Esta receta es muy clásica entre mucha gente, se trata de cortar el hígado en tiras muy finitas y luego dejarlo sazonar por unos minutos en la heladera. Vas a necesitar:
Ingredientes
500 gr. de Hígado
1/2 cdita. de Pimienta Negra
1 o 2 Dientes de Ajo
Sal a gusto
1 Cebolla grande
2 cdas. de Aceite de Oliva
Preparación
Nos aseguramos de lavar y cortar el hígado en tiras bien finitas. A estas las dejamos en un bol seguido del ajo previamente picado, sal y pimienta.
Mezclamos bien y dejamos en la heladera por unos 15 a 20 minutos bien tapado. Pasado el tiempo, retiramos el hígado de la heladera.
En una sartén ponemos el aceite de oliva y pasamos a freír todas las tiras de hígado que tengamos en el bol. Una vez que este algo cocido, agregamos la cebolla previamente picada en juliana o en brunoise (a lo largo o en cuadraditos).
Cuando la cebolla este transparente, sacamos del fuego y ya podemos degustar este rico hígado sazonado. Este es un método facilísimo pero que no falla.
El hígado al estar cortado bien finito, es muy difícil que te salga duro. También todos los condimentos e ingredientes que le pongamos, al tener un grosor fino los absorbe mucho mas rápido.
Filetes de Hígado (macerado con Leche)
En este otro método, lo que buscamos es ablandar el hígado con leche. Quedate tranquilo/a por que en el resultado final no va a tener gusto a leche, si no algunos condimentos los cuales realzan el sabor. Para esto vas a necesitar:
Ingredientes
500 gr. de Hígado en filetes
2 Dientes de Ajos machacados
240 ml. de Leche
1/2 cdita. de Condimentos y algunas Hiervas Aromáticas (a gusto y puede ser el que quieras)
2 Cebollas
Sal a gusto
2 cdas. de Aceite de Oliva
Preparación
Ponemos los filetes de hígado en un recipiente. Por encima agregamos los condimentos y hiervas aromáticas que queramos, mezclamos.
Una vez mezclados, volcamos la leche (es importante que los filetes estén bien cubiertos). Mandamos a que se macere en la heladera por unas 2 a 3 horas.
Pasado el tiempo, retiramos el hígado de la leche y lavamos bien por todas partes. Luego lo secamos bien con papel de cocina.
En una sartén, ponemos el aceite y lo mandamos a fuego medio. Cuando este algo caliente, agregamos los filetes y freímos por 1-2 minutos de cada lado (no hace falta que estén cocidos por dentro).
Retiramos los filetes y lo dejamos en un plato, en el mismo sartén agregamos la cebolla cortada en juliana. Una vez que la cebolla este algo dorada, agregamos los filetes a que se terminen de cocinar.
Para este método, no hace falta que el filete sea muy grueso ni finito. Lo importante es el tiempo de maceración, el cual también lo podes dejar de un día para el otro, para que refuerce el sabor.
Hígado en Salsa de Vino Blanco
Este es uno de mis favoritos, ya que podes poner el hígado con salsa por encima de un plato de arroz y lo hace en un almuerzo perfecto. Para esto vas a necesitar:
Ingredientes
500 gr. de Hígado entero
1 Taza de Vino Blanco
2 cdas. de Vinagre Blanco o Limón
1 Cebolla Grande picada
1 o 2 Tomates picados y sin semillas
Perejil picado a gusto
2 Dientes de Ajo picados
Aceite de Oliva, Sal y Pimienta Negra a gusto
Preparación
Lavamos y cortamos el hígado en cubitos de 2 cm. Colocamos todos estos cubitos en un recipiente y por encima agregamos el vinagre, el ajo, la sal y la pimienta, mezclamos bien.
Una vez mezclado, mandamos el recipiente a la heladera por mínimo 1 hora. Pasado el tiempo, en una sartén con paredes grandes agregamos el aceite y la cebolla.
Dejamos la sartén en un fuego medio hasta tener la cebolla algo transparente. Luego agregamos el tomate y el perejil y salteamos por unos minutos mas.
A los 2 minutos, agregamos el hígado. Fíjate si hay liquido abajo de los ingredientes que se están cocinando, si es así dejamos que se cocine hasta que se evapore todo ese liquido.
Es importante dejar que el hígado se pegue en la sartén, esto hace que se caramelice y realce el sabor. Luego agregamos la taza de vino y bajamos el fuego a mínimo.
La clave es mezclar suavemente hasta que se evapore parte del alcohol del vino, el cual puede tardar 8 a 10 minutos. Pasado el tiempo, probamos un poco y rectificamos con sal y pimienta si hace falta.
Y listo, ya tendrías un rico plato para acompañar con la guarnición que quieras. Ya te habrás dado cuenta, pero si queres hacer otras recetas recorda bien esto:
- Cortar bien finito para evitar que salga duro es una de la manera mas rápidas.
- La leche es mas efectiva en filetes algo gruesos el cual podes sazonar a tu gusto aunque tarde mas tiempo.
- El vino (sobre todo su alcohol) hace sacar todo ese aroma fuerte que tiene, e incorpora un sabor increíble.
- Retirar la tela que tiene (si lo tenés fileteado, lo podes encontrar en los bordes) ya que este puede achicar y endurecer el hígado.
Con esto en mente, podes hacer el plato que quieras. Y al que no le guste el hígado, hacele probar alguno de estos métodos y te aseguro que cambiara de opinión.