Mis padres trasladaron las cosas de mi hermano a mi nueva casa mientras yo estaba de vacaciones; ya era hora de que las volviera a poner en marcha.…
Cuando Jeremy y su esposa Nina regresaron de unas relajantes vacaciones, se sorprendieron al descubrir que su casa estaba completamente patas arriba.
¿El culpable? El hermano mayor de Jeremy, Ted, conocido por ser desordenado e irresponsable, se había mudado sin permiso.
La sala de estar parecía un dormitorio de estudiantes después de una fiesta salvaje: latas de cerveza, ropa sucia esparcida por todas partes y un olor insoportable llenaba el aire.
Jeremy estaba visiblemente enojado, pero Ted permaneció imperturbable y descansó casualmente en el sofá como si nada hubiera pasado. «Oh, hola, Jeremy», Ted lo saludó con indiferencia.
«Mamá y papá pensaron que sería más fácil para mí quedarme aquí mientras tú no estabas. Tienes tanto espacio, y no es como si lo estuvieras usando.“
Jeremy luchó con la audacia de las palabras de Ted. Sin pedir permiso, Ted se había apoderado de su casa e ignoró por completo su privacidad. Enfurecido, Jeremy llamó a sus padres para enfrentarlos.
Desafortunadamente, se pusieron del lado de Ted y acusaron a Jeremy de ser egoísta por no querer ayudar a su hermano. Sus padres insistieron en que no haría daño dejar que Ted se quedara, ya que no tenía hijos.
Pero Jeremy había tenido suficiente. Ted había vivido durante años a expensas de sus padres, y ahora esperaban que él hiciera lo mismo.
Jeremy decidió tomar el asunto en sus propias manos, especialmente después de que Nina dejó en claro que no se quedaría en la casa mientras Ted estuviera allí.
Hizo la maleta y se dirigió a su hermana, dándole a Jeremy un ultimátum: o Ted desaparece, o ella.
Decidido a recuperar el control de su hogar, Jeremy lanzó una campaña sutil pero efectiva para sacar a Ted.
Primero, cortó el Wi-Fi, lo que Ted evitó sus amados maratones seriales. Luego cerró el agua tibia, por lo que Ted tuvo que soportar duchas heladas todas las mañanas.
La nevera estaba llena solo de comida saludable, lo contrario de las preferencias grasosas de Ted. Finalmente, Jeremy comenzó a tocar música a todo volumen temprano en la mañana, lo que interfería con el estilo de vida perezoso de Ted.
Al quinto día, Ted ya había tenido suficiente. Frustrado y miserable, se mudó y anunció que volvería con sus padres.
Satisfecho con el resultado, Jeremy limpió a fondo la casa y preparó una comida especial para Nina para informarle que Ted se había ido para siempre.
Más tarde esa noche, Jeremy hizo una última llamada telefónica a sus padres. «Ted está fuera de mi casa», dijo con firmeza. «Él no volverá. Ahora eres responsable de él.“
Aunque sus padres estaban molestos, Jeremy finalmente se sintió a gusto. Ted finalmente se mudó de regreso con sus padres, quienes lo obligaron a convertir el garaje en su propio espacio vital y buscar trabajo.
Si bien culparon a Jeremy por la incomodidad de Ted, a él no le importó. Su hogar y su matrimonio finalmente volvieron a estar en paz.